Ha transcurrido una semana,
de esa hermosa experiencia espiritual de haber sellado la “Alianza de Amor con María”,
en ese grupo de personas tan especial, conformado por una dama de la “Rama de
Señoras” y ocho jóvenes peregrinos, (quedando una peregrina pendiente, aún), que con
tanta ilusión y sentido de responsabilidad aceptaron esta invitación de la
Madre, y se prepararon conscientemente
para dar este paso, trascendente en sus vidas, y tuvieron la valentía de decir que SI, (al igual que ese SÍ
INCONDICIONAL DE MARIA), y
concurrir religiosamente a los
encuentros organizados por nuestra “Pastoral” del Santuario, y que fueron de una profunda riqueza espiritual, al compartir
detalles tan importantes de esta nueva vida que les ofrece el “Santuario
de María”, a través de esta
peregrinación permanente y largo
camino que les acompañará no solamente un día o semana, o meses
emocionados de recuerdo, sino que para “TODA LA VIDA”, pues este compromiso de
amor con la Madre de Jesús, cobra gran sentido
en el día a día, en lo que queda por vivir, disfrutar, estudiar, trabajar,
servir y crecer, sin dejar jamás de
vivir emocionados en el corazón por esa bendita acogida que les da el Santuario
y esa amorosa instancia que les va
transformando el alma y
entendiendo que en las debilidades, en los dolores, en las tristezas en
las alegrías, y en todas las situaciones, incluido los éxitos y fracasos, siempre,
en todo y en “todas” está y estará
presente María.
Tenemos tanto que
darle, ofrecerle y hacer crecer nuestra
vida como peregrinos, teniendo a esa Madre como aliada nuestra, para que nos
eduque y nos guíe, y para que en su amorosa condición, nos entregue a raudales y a manos llenas, esa
abundancia de amor que fluye como un
cauce que nos llena el alma y que siempre nos está y estará iluminando en
nuestro caminar, con senderos muchas veces difíciles y tortuosos, con debilidades, con dudas de fe, pues la fe debemos construirla a
partir de la Alianza, convencidos que Ella,
la Inmaculada, estará con nosotros siempre presente en nuestras vidas.
Regalémosle a la “Madre
Tres veces Admirable” hoy, nuestro renovado compromiso de oración y perseverancia, nuestras visitas
presenciales o espirituales, y cumplamos la tarea de verdaderos apóstoles difundiendo
esa Alianza, que es de todos y para todos, y que no quede solo en el agrado y
la sensación de nuestro lugar de Gracias, sino que se irradie como un amanecer
de luz a todas las personas, porque cuando todos podamos vivir esa experiencia
y sintamos que de verdad María está allí,
entonces cambiaremos, mejoraremos, seremos mejores personas, mejores ciudadanos, leales amigos, sinceros compañeros de ruta, pues vamos de la
mano de Ella, la que nos guía y nos entrega a su amado Hijo para ser nuestro hermano y nuestro amigo hasta el
encuentro final de la eternidad.
Que no solo sea esta
semana, que sean muchas, que sean meses, años, vida toda, para seguir creciendo
en el Amor que nos ha reglado este instante mágico, que cada cual ha vivido y que a los de mayor tiempo de caminar, (también a veces
en las sombras de la soberbia), nos ha
renovado, nos ha permitido recomenzar, nos ha recordado que su amor nunca nos dejará a la deriva, en las tormentas o en el Huracán de la vida y de los tiempos,
ella nos ayudará a salir con fe, con esperanzas y caridad.
Un siervo de María Nunca Perece.
Equipo de Taller de Alianza.
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