La Mater en el Campamento de “la Chimba”
Para quienes deseen conocer este
sendero poco conocido, queremos compartir la crónica de esta vivencia.
Durante este fin de semana recién
pasado, vivimos una gran experiencia en el Campamento de “La Chimba”, donde se
levanta el grupo habitacional que por
años fuera frecuentado y apoyado por la
familia de Schoenstatt de Antofagasta y que a través de proyectos vecinales ha
recibido también algunos aportes necesarios para la mejora de instalaciones y
apoyo a los vecinos en especial gracias a convenios suscritos con algunas importantes
empresas de la zona y la presencia permanente de la comunidad de los S.J. que
rigen los destinos del Colegio San Luis.
Todo se inició con la iniciativa del
matrimonio Araya - Salamanca, como Misioneros de la “Campaña de la Virgen
Peregrina”, a los cuales tuve el gusto de acompañarles, en un servicio muy
básico y circunstancial de apoyo en
transporte de víveres y bolsas familiares, reunidos en la comunidad del
Santuario, para ir en ayuda de damnificados del sector, llevando también
víveres al comedor que funciona en ese sector.
Mi opinión muy personal, de la cual
me hago cargo, es que debemos reencantarnos como familia y comunidad, para retomar
esos lazos y raíces de nuestra misión de servir a los más necesitados, en esos
lugares conocidos, que siempre serán
mejores que esos “otros” lugares por conocer, y porque además hay lazos
estrechos que nos unen desde hace mucho tiempo, y que quizás no todos
conocemos, pero que es bueno apreciar y recordar en estos tiempos.
Llegamos allí, gracias al ímpetu de los
Misioneros señalados y el cargo de Coordinadora
de la Campaña de La Virgen Peregrina que cumple con tanta entrega y sacrificio, en la
idea de ayudar y como una instancia que permita peregrinar la imagen de la Virgen en ese sector, llevando además la
ayuda señalada y reunida generosamente por la comunidad del Santuario, dedicada
en esta oportunidad en forma especial, a las personas que sufrieron hace poco
tiempo la pérdida total de sus enseres por un gran incendio vecinal, y que
viven en pésimas condiciones, y que al
menos se están alimentando de ese centro de comidas que funciona allí a cargo
de la siempre recordada y presente como líder natural desde hace muchos años, la señora Susana (“Chana”), que por más de 25 años ha mantenido esas obras
comunitarias de caridad y efectivo amor al prójimo liderando toda obra y ayuda
en el sector. Quienes no la conocen, fue una de las primeras personas que
peregrinó la Imagen en esos campamentos y
siempre se ha sentido Misionera de María, y parte de la familia, aunque
sus misiones la tienen siempre en esos
otros frentes del invariable servicio a los demás.
Llama la atención que toda esa
obra fue inspirada en sus primeros años en
la Mater y liderada por la Familia de Schoenstatt local, y los nombres de cada
dependencia son un homenaje a la Madre de Jesús: María Enseña, María Sana, María
Acoge, y otras dependencias en las que
incluso sale la imagen ya desteñida y casi olvidada de nuestra Madre del Santuario.
Las nuevas generaciones no conocen
mucho de esa obra que fuera prioridad en
los primeros años del Santuario, y poco a poco hemos ido dejando ese espacio, el que aun perdura con
los años y en el que siempre se mantienen la memoria viva del servicio otorgado
en alguna oportunidad, por la comunidad del Santuario a las familias de ese
lugar.
El sábado, es el día en que la Capilla
“MARIA DE LA ESPERANZA”, al interior de esa gran “manzana” urbana, y bastante
más poblada que antaño, reúne a muchas
personas que poco a poco se han instalado en los campamentos del sector, que
tienen ya urbanización y son arterias
pobladas y ordenadas.
A las 16 hrs., de cada sábado, se
abren las puertas de la capillita, para recibir a la comunidad católica que comparte
allí la celebración litúrgica a cargo del los sacerdotes del Colegio San Luis.
Este fin de semana, (sábado 17), vivimos ese encuentro con el Sacerdote
Francisco Baranda, actual Rector del Colegio San Luis, quien llegó como
cada fin de semana, servicial, puntual y
entusiasta a compartir el Evangelio, haciendo una verdadera catequesis a
los asistentes y compartiendo en el final el pan y el alimento, como en esos tiempos antiguos
del cristianismo. Debemos decir que en ese sector, hay una fuerte presencia de corrientes de hermanos Evangélicos que han levantado también sus
templos de oración, y que sin hacer daño o demostrar hostilidad, tienen también
un gran espíritu de acogida, y que están
constantemente en actividades que brindan también apoyo a los habitantes del
sector. Especial recuerdo debemos
tener que los pioneros del sector,
fueron precisamente las personas
que formaron esos grupos evangelizadores
de la familia, que de verdad salía a la
calle a conquistar corazones para la
Mater, y que hoy la comodidad y seguridad del entorno del Santuario, no les
permiten hacer realidad esa “Iglesia
en Salida” o esa “Periferia” tan necesaria para ganar y espacios para el Señor y su Santísima Madre,
que está siempre en la línea del María Educa, María Enseña y María Socorre.
Por lo pronto, la imagen llevada ha comenzado
a peregrinar en las familias de ese sector. En la celebración litúrgica de este
sábado 17, previo al “Día de Alianza”, la
Sra. Susana, explicó a la comunidad y al sacerdote presente, la acción de los
primeros años de peregrinación, cuando
ella era muy joven y ya cuidaba niños en
situación de calle en el sector, siendo ella una de las primeras personas que
peregrinó recorriendo con la imagen de
la Mater ese campamento con sus avenidas
y estrechos pasajes, que encendían un gran fervor popular entre los sufridos
habitantes.
Con esta iniciativa de la Campaña de
la “Virgen Peregrina”, quizás sea
un nuevo comenzar o un renovado
impulso a esta forma tan efectiva de ir peregrinando los hogares para
mostrar las inmensas Gracias que ella
entrega, siendo protectora de esos
hogares y familias que sufren mucha soledad,
abandono, y pobreza extrema y quizás nos pueda servir para comenzar a sumarnos en apoyos en víveres y elementos no perecibles para ir
al menos una vez al mes a colaborar en
las despensas para la cocina que no deja
de funcionar para atender a tanta gente que mantiene como única esperanza diaria esa necesaria
alimentación. Todas las personas que reciben ayuda lo hacen con un alto grado de dignidad y respeto, y en las mejores
condiciones higiénicas para que esto sea
una obra de amor real.
A veces es bueno salir de nuestra zona de confort, oír aun la
voz de Francisco o seguir la línea del que ruge y rige hoy los caminos de la
fe, el nuevo Papa “León”, para seguir
contagiando con ese Pastor con olor a oveja, aunque en la pobreza de los
campamentos de La Chimba, no hay mucho olor a oveja, es más, hay olor a abandono,
a sufrimiento e incomodidad, y a ese permanente dolor de vivir entre medio de
los escombros de sus incendiadas casas,
abrigados con lo poco y nada que pudieron rescatar, y dormir esperanzados
mirando las estrellas esperando esas
manos generosas amigas de las cuales tienen ellos la ilusión de ver mejorar sus
vidas, y por lo mismo nos atrevemos a través de estas líneas compartir
estos encuentros, para sumarnos todos a esas campañas que ya se han iniciado y
que han permitido ir a cooperar con un granito de arena, pero que
sin duda, aun es necesario retomar y mantener, al menos una vez al mes, y
quizás sean los propios grupos o ramas del Santuario, que las hagan llegar en cada oportunidad, para que conozcan esas
realidades que a veces por ser un poco distintas o distantes no las conocemos o
no hemos tenido la ocasión de conocer.
Una
última nota en esta reflexión: La Sra. Chana, en el envío de la nueva
familia que peregrinará esta semana la Mater en el Campamento, recordó con cariño a la Señora UIda, (Hermana
de Alianza), esposa del Sr. Waldo Valenzuela,
un destacado miembro de la familia que cada año
realiza las exposiciones de “Cristo en el arte”, un dilecto profesor del
Liceo Experimental.
La Señora Ulda fue la primera Misionera
que llegó a golpear la casa de la Sra. Chana e iniciar, hace más de 25 años,
la peregrinación de la Mater, y ese equipo maravilloso de personas les
acompañaron a Bienes Nacionales, y a todos los trámites administrativos,
siempre apoyados por la oración a la Mater
para conseguir esos terrenos que se levantan allí en el sector y que son de
ayuda social para los vecinos. (En el recuerdo de la Sra. Susana surgieron
varios nombres, entre los que recuerdo a Hugo Tenoux, Gudelia Tapia y otros.)
Hoy la Sra. “Uldita” como le dice
cariñosamente su esposo, está enfermita, con más de 96 años, pero sigue siendo
acompañada por su esposo y allá en el
campamento la recuerdan con cariño y
admiración.
No debemos olvidar a los personas
aunque pasen raudamente los años se renuevan las generaciones pero las obras
perduran, y deben ser reconocidas en vida.
Gracias Sra. “Chana” y Gracias a
Dios por esa Señora Ulda, Misionera de María y a quienes continúan esforzándose
hoy por
mantener siempre presente el entusiasmo por la Evangelización y la
peregrinación de la Mater que sale a
socorrer a sus hijos, fuera del Santuario, donde más la necesitan.
Ojalá nos puedan a ayudar a
reconstruir la historia de la presencia Mariana de María del Santuario en ese
sector, tenemos aun el testimonio vivo de la Sra. Susana, pero quizás nos
faltan para mejor entendimiento de lo obrado, las palabras y consejos de
quienes estuvieron presente allí en esos tiempos que ya pasan a ser historia y que debemos
rescatarlos porque siempre es importante conocer los caminos emprendidos y los
resultados obtenidos.
Podemos aun dar impulso al tema de
ayuda reuniendo mensualmente víveres para ir en Ayuda de ese Comedor y personas del campamento a
nombre de nuestra amada Madre Maria.
“Nada Sin Ti, nada sin nosotros”…
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